«Papi, excelente, acá rompiendo en México, en el DF. Es una belleza, me siento contento, agradecido. Desde hoy ya sólo vienen cosas gigantes, en nombre de Dios».
Esa era la sensación que tenía Bayron Sánchez Salazar -músico colombiano conocido como B-King- después de ofrecer una serie de conciertos en Ciudad de México.
Era la primera vez que el cantante urbano se presentaba en el que es considerado como uno de los epicentros de la música latinoamericana. El hito lo tenía feliz.
Así al menos se mostró en un registro que fue compartido en sus redes sociales el pasado 16 de septiembre, horas antes de que se reportara su desaparición y que luego su cuerpo fuera encontrado sin vida en el municipio de Cocotitlán, a 50 kilómetros de la capital mexicana.
El mismo destino sufrió el también colombiano Jorge Luis Herrera, cuyo nombre artístico es Regio Clown.
La fiscalía mexicana confirmó la muerte de ambos artistas este lunes junto con el inicio de una investigación exhaustiva, mientras el caso mantiene conmocionados a sus familiares y amigos.
Según el diario colombiano El Tiempo, ambos habrían sido amarrados de pies y manos, torturados y desmembrados, y se presume un posible vínculo del crimen organizado con su asesinato.





